Siguiendo con el apartado de consejos prácticos, hago
hincapié en algunas plantas habituales que nos pueden dar más de un quebradero
de cabeza: Las Urticantes.
Son las grandes olvidadas, pero realmente nos pueden afectar de una manera perjudicial. No a todo el mundo le afectan de igual forma e intensidad, pero opino que es importante conocerlas y saber sus riesgos.
En esta ocasión hablaré de la Ortiga y la Higuera, por tratarse de las más comunes y fáciles de reconocer.
En próximas publicaciones iré dando más plantas de estas características.
LA
ORTIGA
Nombre común: Ortiga.
Nombre científico: Urtica Dioica L. (perteneciente a la familia de las
Urticaceas).
Hábitat: La solemos encontrar en: zonas húmedas, terraplenes,
junto a los caminos y vallas.
Características:
Planta que puede alcanzar hasta el metro y medio de altura, de color verde
oscuro y en forma de diente de sierra.
Toda la planta (incluidos los tallos), está recubierta por
unos pelos urticantes.
Efectos sobre el organismo: Al
rozar o manipular la planta, los pelos se clavan en la piel causando: picor,
enrojecimiento, y en ocasiones erupción cutánea y ampollas.
Ortiga
LA
HIGUERA
Nombre común: Higuera.
Nombre científico: Ficus Carica L. (Perteneciente a la familia
de las Moráceas).
Hábitat: Lugares rocosos y cálidos. Muy común en el
Mediterráneo.
Características: Árbol que puede alcanzar los 4 metros de altura, se caracteriza por su
tronco de color grisáceo y liso (al igual que sus tallos).
Normalmente su copa
suele tener más anchura que su altura, abarcando una gran extensión.
Sus hojas son grandes
(palmatolobuladas), formadas entre 3 y 5 lóbulos redondeados. Su tacto es
áspero y duro.
Efectos sobre el organismo: El látex blanquecino que segregan las hojas,
los tallos y los frutos (en especial cuando están verdes), es irritante.
En muchos casos, un
simple contacto de la planta sobre la piel, produce fotosensibilidad
apareciendo ampollas muy similares a las causadas por una quemadura.
Higuera
Detalle de la hoja.
Aprovecho para agradecer a Mª Carmen Liern, por las largas conversaciones sobre este tema, en las que ha aportado su punto de vista y conocimientos, por hacerme dudar y reflexionar y por su colaboración en la captura de imágenes.
¡Hola José Vicente! Interesante entrada a tener en cuenta. Yo he tenido experiencias negativas con las ortigas y puedo asegurar que es una sensación muy molesta que afecta negativamente a la hora de hacer una ruta.
ResponderEliminarSaludos.
Que tal Emilio, ya he visto que el encuentro blogger fue de maravilla. Me hubiera gustado ir, pero al final fue imposible.
EliminarUn día escalando, me encontré a una persona que se había acercado a una rudera y llevaba todo el brazo como si le hubiera salpicado aceite hirviendo.
En ese momento, me plantee el incluir algún comentario de este tipo de plantas, pues realmente creo que son las que más problemas nos pueden causar.
Bueno un abrazo muy grande.
Hola Jose Vicente...
ResponderEliminarMuy interesante esta entrada de plantas que ''irritan''...Voy a ver las otras dos entradas...
Quizá poner un enlace para las ''plantas'' estaría genial,por localizar las entradas enseguida...
Un abrazo.
Que tal Juane!
EliminarMientras preparaba estas entradas, descubrí que hay muchas más plantas que nos pueden causar este tipo de problemas. Es buena idea agruparlas todas en un enlace.
Hace unos años, coincidí en el metro con un señor, el cual llevaba los dos brazos vendados. En la siguiente parada entró un conocido de este señor y sorprendido le preguntó la causa de sus lesiones (he de decir que el metro a las 15.30 horas es demasiado aburrido como para no prestar atención a este tipo de cosas, total que escuche la conversación).
El señor contó que había estado limpiando una higuera de su chalet y que por la noche, tuvo que ir al hospital, pues tenía los brazos llenos de ampollas igual que si se los hubiera quemado.
Consecuencia de esa conversación, son las entradas que siguen y las que vendrán.
Creo que es a las sustancias que producen este tipo de plantas a lo que podemos ser más vulnerables.
Plantas venenosas hay muchas, pero.... las ves venir, en cambio estás te la lían sin darte cuenta.
Un abrazo