sábado, 11 de septiembre de 2021

PR-CV-131.6 - Ruta del Bohilgues (de Ademuz a Vallanca).

 

Nos acercamos a Ademuz para hacer parte del PR - CV131.6, que nos permitirá enlazar las poblaciones de Ademuz con Vallanca  por la ribera del Bohílgues, que con sus aguas cristalinas (que le otorgan en título de río más limpio de la Comunidad Valenciana) y sus cascadas, refrescará nuestro camino, mientras admiramos un maravilloso paisaje de ribera.

Cómo llegar:


Fuente: Google Maps.

Datos generales:


Método Mide - Montaña Segura.

Descripción de la ruta:


Perfil de la ruta.
Mapa de la ruta.

La ruta en Wikiloc:


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Después de estacionar el vehículo (en la Av. Valencia suele haber bastante sitio para aparcar), nos dirigimos a las afueras de la población, en dirección a la carretera a Vallanca (CV - 478).
Cruzamos el puente de madera.
Nada más cruzar el puente, tomamos la pista que sale a nuestra derecha, siguiendo las indicaciones.... Fuente Juan Manzano - La Hoz.
Pasamos junto al lavadero (izquierda) y el Museo Molino de la Villa, donde hay un puesto de información.
Cruzamos otra vez a la otra margen del rio.
Después de cruzar, seguimos paralelos al cauce, que quedará a nuestra izquierda.
El sendero es claro y está bien señalizado.
Vamos por el buen camino.
A los pocos metros, nos topamos con estás dos pequeñas cascadas, a modo de preludio de lo que vamos a ir encontrando durante la ruta.

Pasamos sobre esta pasarela de hormigón. 
Aunque gran parte del recorrido (en sentido ascendente), se desarrolla por el margen derecho del rio, en ocasiones, nos vemos obligados a cambiar a la otra orilla.
Nuestros pasos se encaminan ahora, hacia las casas que tenemos frente a nosotros.
Después de este nuevo cruce, seguimos por la izquierda.
Y otra vez.... a la izquierda.
En esta bifurcación, seguimos por la izquierda
Detalle de la señalización.
Volvemos a disfrutar del paisaje de ribera.
El rojo de las amapolas, sobresale entre tanto verde.
Siguiendo las indicaciones, tomamos el camino de la derecha. Ahora ya estamos metidos de lleno en la ruta.
La señalización, en todo momento es clara y abundante.
Aunque este sector del camino es muy cómodo, nuestro ritmo es pausado. Aprovechamos para ir descubriendo  y admirando, todo lo que nos rodea.
Caminamos junto al rio (izquierda), cuyas aguas se dejan ver tímidamente entre la vegetación de ribera.
Es difícil describir con una imagen, todo lo que sentimos en estos momentos: la humedad que aporta una agradable frescor al ambiente, el olor a tierra mojada, mezclado con los aromas que desprenden todas las especies vegetales que nos rodean, el canto de las aves que junto con el murmullo del agua, crean una hermosa sinfonía.
En cada recodo del camino hay algo que admirar. La cámara de fotos se pasa más tiempo en la mano, que guardada en la funda. Después de unas 100 fotos, decido guardar la funda y dejar la cámara a mano.
Llegamos al primer salto de agua. Junto a él, hay una pequeña fuente (sin tratar), que en caso de necesidad....

Aguas totalmente cristalinas.
Proseguimos el camino que pasa junto a esta caseta de registro a nuestra derecha.
Los rayos de sol, tienen serias dificultades para llegar al suelo entre tanta vegetación.

Entre los árboles, se deja ver el refugio de la Fuente del  Tío Manzano.
Y sus larguísimas mesas en las que se puede juntar un nutrido grupo.
Seguimos nuestro camino. En este tramo el sendero presenta alguna zona encharcada, que nos obliga a buscar un lugar "seco", para dar algún que otro paso.

La naturaleza es caprichosa y en ocasiones es capaz de formar imágenes fantasmagóricas.
El camino nos obliga a cruzar nuevamente a la vertiente izquierda.

Caminamos entre huertas.

Vamos viendo paneles explicativos de las distintas especies botánicas más representativas de esta zona del rio.

Cómo no podía ser de otra forma..... volvemos a cambiar de vertiente.
Al final del puente, el sendero sigue por la izquierda.... Hay una pequeña barrera metálica.
Paleta direccional al inicio del sendero.
Todavía falta una hora!!!! hay tanto que ver y que sentir, que nos hemos recreado demasiado. Queremos almorzar en Vallanca y comer en Ademuz, así que habrá que estar pendiente del reloj y "apretar" un poco el paso.
Los aviones roqueros, sobrevuelan acrobáticamente la pared donde suponemos tienen sus nidos.... Nos llama la atención el dedo de piedra de la izquierda. 
El camino sigue siendo muy cómodo y ahora sí.... llevamos un buen ritmo.
Otro rincón que merece ser contemplado.

Hay zonas que invitan al baño.... así.... sin pensarlo demasiado. Recuerdo haber leído a la entrada del sendero el panel informativo en el que se desaconsejaba bañarse... Deduzco que debe ser para preservar la pureza del agua.
Alternamos zonas en las que prácticamente tocamos el río....
.... con zonas de abundante vegetación.
Dejamos el cauce momentáneamente y tomamos la senda de la derecha... con algunos escalones que facilitan la progresión.... Este tramo puede ser peligroso si se realiza con lluvia.
Detalle del sendero.
Y este plano .... desde arriba.
Volvemos a caminar entre zonas de cultivo (o lo que queda de ellas), donde hay una buena población de Almez/Llidoner. Un árbol muy apreciado por su madera que era utilizado para la fabricación de horquillas, mangos para las herramientas del campo y bastones...
De nuevo... una pared rocosa ideal para los roquedos.
Dejamos unos metros el sendero principal, para contemplar esta maravillosa zona, donde el río aprovecha toda la anchura del cauce.
Después de nuestro mejor posado (parecemos bandoleros).....
... Regresamos al sendero principal.... que ahora nos hace ganar altura rápidamente.
Cualquier rincón es una explosión de color.
Ahora los árboles se han vestido con sus mejores galas (debe tratarse del resultado de algún taller).
El sendero vuelve a "picar" hacia arriba. Nos vamos alejando del lecho del rio, señal inequívoca de que estamos cerca de Vallanca.
Seguimos por la izquierda..
Aunque no es una subida demasiado exigente, nuestras pulsaciones se aceleran.
No tengo muy claro si fijarme en las señales del sendero o en los vestidos de los árboles, que cada vez son más abundantes.

El paisaje ha ido cambiando a medida que nos alejamos del rio. 
Hasta los árboles caídos, tienen derecho a lucir sus mejores galas.
Hay para todos los gustos.

Cogemos esta pista por la izquierda.... Estamos en La Veguilla, muy cerca ya de Vallanca.

Caminamos entre cultivos, por esta pista que nos va a permitir acelerar el paso y recuperar bastante tiempo.
El agua vuelve a estar presente en el paisaje.
Fuente el Piojo.
El paisaje, invita a la reflexión y transmite una sensación de sosiego... No me importaría poder realizar este recorrido todos los días.
... Y de nuevo..... el agua..... La gran protagonista de la jornada.
Las casas de Vallanca aparecen entre los árboles.
Seguimos por la derecha...
.... Siguiendo las indicaciones de Vallanca.
... A la que llegaremos en breve.
Para adelantar, tomamos esta pista cementada por la izquierda.

Llegamos a Vallanca, donde almorzaremos.
Después de almorzar, regresamos sobre nuestros pasos, para disfrutar nuevamente del recorrido hasta Ademuz.

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