Aprovechando unos días libres, nos hemos desplazado hasta Burgos... y cómo "la cabra tira al monte", hemos decidido aparcar en la parte más alta de la ciudad, y bajar caminando para comenzar nuestra visita turística. Así que sin pensarlo dos veces, aparcamos en lo alto del Cerro de San Miguel (934 m.), donde se encuentra el Castillo de Burgos.
Cómo llegar:
(Fuente: Google Maps).
Catedral de Burgos.
Puerta principal.
Coro de la Catedral.
Casa del Cordón.
Paseo del Espolón. Es curioso que todos los (plátanos de sombra), tienen las ramas unidas formando un curioso entramado.
Rio Arlanzón.
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Track de nuestra visita guiada a Burgos.
Después de pasar todo el día en Burgos, subimos de nuevo hasta el Castillo, para terminar el día con su visita. No esperéis un conjunto reconstruido, más aún cuando en el año 1813, el ejército francés en retirada, vuela el castillo con explosivos. Cuentan que fue tan fuerte la explosión que se rompieron todas las vidrieras de la Catedral...
A medida que ganamos altura, el campo de visión se amplía.
De camino encontramos rincones que merecen ser admirados y disfrutados.
Llegamos a la entrada para acceder al patio central del castillo.
Ya estamos dentro. Como he comentado con anterioridad, no esperéis una reconstrucción total. Con todo se ha levantando parte de la edificación para ofrecer al visitante una clara idea de lo que eran las instalaciones. Según cuentan, llegó a albergar hasta 14.000 soldados. Podríamos decir que la ciudad de Burgos tuvo su origen en este castillo.
Las vistas desde aquí son espectaculares...
... Ofreciendo un amplio campo de visión.
En todos los muros reconstruidos del recinto, podremos observar una laja de pizarra, que indica lo que quedó en pie después de la voladura del ejército Francés (desde la laja hacia arriba es lo reconstruido).
Restos de munición
En la parte alta del castillo, se encuentra una verdadera obra de ingenieria, que data de los siglos XII o XIII. Se trata de un pozo de 61 metros de profundidad. Se accede al interior por unas escaleras de caracol. Para evitar el mareo, los 4 primeros tramos se hacen en el sentido de las agujas del reloj y los dos últimos tramos en sentido contrario. Se organizan varias visitas guiadas, que nos permiten descender unos 10 metros por el interior del pozo.
Tramo de galería transitable.
El pozo desde la escalera de caracol. Se puede observar el agua en el fondo.
Para rematar el día, junto al Castillo encontramos el Bar el Vagón.
Nuestro agradecimiento a:
Nuestra guía de Nattivus.
La vigilante de seguridad del castillo y a la guía de la visita al pozo.
Enlaces de interés:
Hola José Vicente.
ResponderEliminarLeón y Burgos, son dos ciudades que me apetecen mucho conocer, de Burgos lleva fama su catedral, pero veo que hay mucho más que ver, eso y recorrer también parte de sus enclaves naturales.
Un saludo